sábado, 21 de febrero de 2009

De bote en bote

Visto que voy a desaparecer por una semana y pico, y que no vuelvo hasta el próximo mes (espero que bien cargado de aventuras que contar), no quería dejar esto tanto tiempo abandonado, así que os cuento brevemente lo acaecido por aquí en los últimos días.

Lo más destacable, el cumpleaños de nuestra querida colega colombiana, de Barranquilla, Melissa, celebrado con gran jolgorio y algarabía este pasado viernes en la oficina.



¡Y que cumplas muchos más, guapísima!

Esa misma tarde, estuve en un pedazo de concierto en Nehru Park, donde dos virtuosos nos deleitaron con su música. Uno Zakir Hussain, maestro de tabla (instrumento de percusión muy popular en la India), y reciente ganador de un premio Grammy; y el otro Pandit Shiv Kumar, con su santoor, un instrumento de cuerda tal que así:



Aquí un video que he encontrado con los dos figuras en acción:



Y esta misma noche, hace tan sólo un par de horas, después de una estupenda cena donde hemos continuado celebrando el cumpleaño de Melissa, he podido probar el paan. Se trata de la hoja de betel, una especie de planta, que se masca para facilitar la digestión de platos cargados de especias. Con dicha hoja se enrollan una especie de granitos amargos. Al masticar, hay que escupir dos veces el jugo y después se traga el resto.


Un momento de la elaboración


Yo me he pedido la variante dulce, esta de aquí, que lleva confitura de datiles en su interior.

Y nada más, simplemente despedirme hasta dentro de 8 o 9 días. Mañana a estas horas ya estaré camino de Bikaner, listo para disfrutar de uno de los viajes más esperados desde que llegué. Ya os contaré, ¡que seáis buenos!

martes, 17 de febrero de 2009

Cogiendo carrendilla

¡Namaste!

En estos últimos días, quitando la tranquila celebración de mi cumpleaños, apenas he ido a ningún lugar de interés ni ha sucedido nada digno de destacar. Digamos que he estado concentrado en prepararme y guardar fuerzas para los próximos días, que van a ser bastante animaditos. Y es que este próximo domingo, dentro de tan sólo 5 días, vuelvo a coger la mochila y a ponerme en carretera, rumbo a la región de Rajasthan, parte de la cual ya pude visitar durante unos días el pasado mes de noviembre.

Ya se me eriza el vello al pensar en esos recorridos, ya sea en autobús o en tren, a través de esos caminos perdidos, paseando por callejuelas sin rumbo fijo, charlando con este y con el otro, deleitándome los sentidos con sabores, olores y colores de lo más variado.... me encanta. Vale que esta región está más que trillada por los turistas, y que en más de una ocasión podré llevarme alguna decepción por la excesiva explotación de la zona, pero eso no reduce para nada el placer de viajar. Ir de aquí para allá por el mero hecho de disfrutar recorriendo lugares diferentes y conocer a gente dispar. Unos viven por y para el deporte, otros lo hacen por mantener a su deportivo lo más tuneado posible, y a mí me ha dado por los viajes, que le vamos a hacer :) .

Aquí os dejo el plan de viaje que he perfilado para estos días (8 en total), por si a alguien que esté interesado en visitar esta región de la India, le pudiera servir de índice y guía a la hora de elaborar un itinerario. El mío es tal que así:

- Domingo 22: Tras una jornada de trabajo como otra cualquiera, salgo en autobús nocturno a eso de las 10 de la noche para Bikaner, a unos 470 km de Delhi.
- Lunes 23: Llego a Bikaner a eso de las 8:30 de la mañana, e iré directo a visitar Deshnoke, una pequeña aldea a unos 40 km, en la que se halla el famoso templo de las ratas. Vuelvo a la ciudad, y tras un paseo por la zona antigua, cojo otro autobús nocturno, esta vez hacia Jaisalmer (325 km), una de las ciudades más fascinantes de la región.
- Martes 24: Llego a las 5 de la mañana a Jaisalmer, visito la ciudad y, si voy bien de tiempo, me encantaría poder visitar alguno de los pueblecitos de los alrededores en pleno desierto del Thar. Por la noche, cojo el tren nocturno hacia Jodhpur (285 km), la segunda ciudad de Rajasthan.
- Miércoles 25: En cuanto llegue a Jodhpur, tengo que contactar con Karmabir, un estudiante de español, que me acompañará durante todo el día, y en cuya casa me alojaré por esa noche, la primera durante el viaje en una cama.
- Jueves 26: A la mañana temprano, quiero coger el primer autobús de línea, a eso de las 5:30, hacia Udaipur (260 km), para así poder hacer un alto en Ranakpur, y visitar sus formidables templos jainistas. Una vez en Udaipur, me alojaré en casa de otro estudiante, Chitent.
- Viernes 27: Este día está completamente dedicado a explorar a fondo Udaipur, por lo que dicen, la más bonita de todas las ciudades de Rajasthan.
- Sábado 28: Mi plan es salir de nuevo temprano en autobús o tren hacia Kota (270 km), pasando por Chittorgarh (me encantaría visitar su fortaleza) y, según vea, por Bundi también. En Kota tendré que buscar algún hostal o lo que sea.
- Domingo 1: A las 12:30 del mediodía sale mi tren hacia Jaipur (242 km), donde ya estuve en la anterior ocasión. Así que una vez que llegue, cojo el primer autobús que encuentre rumbo a Renwal, a casa de mi amigo y hermano Hemindra y su familia, a la que le debo una visita.
- Lunes 2: Vuelvo a Delhi desde Jaipur, aun no sé si en tren o autobús, ya veré.

Aquí un mapa del recorrido:


Ver mapa más grande

No está mal, ¿eh? Ahora a ver si todo me sale como lo planeado, algo que aquí en la India no siempre ocurre, pero en fin, luego van saliendo planes alternativos. La cuestión es no caer en la desesperación y tomarse las cosas con calma y buen humor. Ya os iré contando.

viernes, 13 de febrero de 2009

Cumpleaños feliz

Pues nada, que ya soy un año más viejuno (al menos, eso dice mi pasaporte) y, como no, tocaba festejarlo. En la oficina lo celebré conjuntamente con Ram, uno de mis compañeros del centro. Desde primera hora de la mañana empecé a recibir regalos. Primero, un precioso ramo de flores (no recuerdo si alguna vez antes en mi vida me las habían regalado) de Nisha, y una camiseta muy chula de Melissa, una profesora de Colombia.


Aquí con sendos regalos

Más tarde, llegó la hora de partir la tarta, cortesía del Instituto, que aparte se curró una camiseta más (me iba haciendo falta renovar vestuario, la verdad). Ya por la noche, hicimos una pequeña celebración en casa de Melissa, junto con Madhuvan, para comernos una tortilla de patatas riquísima y ventilarnos unas cervecitas, de las cuales me resentí al día siguiente (si, definitivamente, he perdido la costumbre cervecera en este país).



Y bueno, que aprovechando esta entrada, os cuento algunas cosillas sobre como se suelen celebrar los cumpleaños en la India. Aparte de la tradicional presencia de tartas y dulces, la persona que cumple años tiene que vestir ropas nuevas ese día (que no sean ni blancas ni negras, que trae mala suerte), y es típico realizar un pequeño ritual en torno a una hoguera, donde el cumpleañero o cumpleañera de turno reza sus mantras y acerca sus manos de forma cóncava al fuego, para absorber la energía y poder de tan sagrado elemento. Al terminar, cada uno de los asistentes esparce algunos granos de arroz, asociado a la prosperidad y la fortuna, sobre la cabeza del homenajeado.

Muchas gracias a todos y a todas por las felicitaciones recibidas durante estos días, sois estupendos, me habéis hecho sentir bastante cerca de vosotros a pesar de los kilómetros. ¡Os quiero!

martes, 10 de febrero de 2009

Ojo que pica (homenaje a la guindilla)

Una de las cosas cotidianas a la que no tarde en acostumbrarme en cuanto llegué aquí, era la presencia de picante en las comidas. En cada una de las comidas, con arroz, mezclada entre las verduras, con pollo o pescado, en todo momento, para almorzar, cenar, e incluso en el desayuno, entre los huevos de la tortilla... allí está "ella": la guindilla picante.



Aquí, en los platos indios, las veréis por todas partes, y la gente se las zampa como quien come avellanas. De hecho las suelen poner como tapilla, junto a cebollas crudas y un limoncillo. Al principio, se me hacían difícil esos calores que me entraban, pero con el tiempo me fui dando cuenta de que no sólo ya no me causaba ardores ni ningún otra reacción negativa, sino que incluso empezaban a producir efectos beneficiosos en mí.

Y es que, por lo visto, la guindilla contiene una sustancia llamada capsaicina, la cual tiene efectos beneficiosos para la salud, y de hecho se utiliza en la cura de muchas enfermedades, como resfriados, sinusitis, dolores musculares. También favorece la circulación de la sangre, reduce el colesterol y, además, previene de problemas de corazón e incluso cáncer.


Mírala, que bonita es

Por otra parte, el consumo de picante aumenta la producción de endorfinas, una proteína que el cerebro suele generar cuando realizamos ejercicio o tenemos un orgasmo, por ejemplo, y que son las responsables de la sensación de bienestar asociada. Así, las guindillas funcionan también como antidepresivos, favoreciendo el buen humor y el buen rollo. Y es que no me extraña, conociendo a personas como Gaurang (creo que a él ya le ponían picante hasta en los potitos) o Tanush, la mayor parte del tiempo con la sonrisa en la boca, como si se hubieran fumado a saber qué.

Y yo la verdad es que lo noto también. A base de picante, desde que estoy aquí aun no he tenido ni un simple resfriado, ni malestar de ningún tipo, y me siento con bastante energía, vitalidad y buen humor, que tanta falta hace para vivir aquí. ¡Qué vivan las guindillas!

domingo, 8 de febrero de 2009

Una vuelta por Nizam-ud-Din

Una de las zonas más pintorescas, y a su vez menos conocida por los turistas que pasan por Delhi, es el área de Nizam-ud-din, barrio musulmán, cuyo origen se remonta a época medieval. Un laberinto de calles, en torno a la tumba de Muhammad Nizamuddin, escritor y maestro sufí del siglo XII considerado hombre santo entre los musulmanes, y en cuyo alrededor se siguen congregando hoy días cientos de fieles llegados de todas las regiones. Una zona con un encanto especial, donde las tumbas de mármol se funden con los puestos de comida callejeros, y en la que en ocasiones es complicado acertar donde hay que quitarse los zapatos y donde no, la algarabía del pueblo se mezcla con el lugar sagrado.







Tras atravesar un laberinto de callejuelas con puestos y personajes de lo más variopinto, se llega al núcleo principal del barrio, hacia el Dargah, conjunto formado por una mezquita y varias tumbas, que rodean al mausoleo principal, ante el cual la gente hace cola para depositar sus ofrendas en el interior. Mientras, en el exterior la multitud se concentra en sus oraciones, en ocasiones amenizadas por grupos de música religiosa.




Vista general del mausoleo y la mezquita



Como anécdota, decir que mientras andaba curioseando alrededor del mausoleo, un tipo se me acercó y, tras preguntarme quien era y porque estaba ahí, me propuso participar en un programa de televisión que estaban grabando para un canal de televisión (vaya rachita que llevo). Simplemente me limité a decir quien era, de donde venía y animar a la gente a visitar tan precioso lugar. La particularidad fue que las 4 primeras frases las solté en hindi, y el corrillo de curiosos se puso tan contento, que eso me dio confianza para seguir haciendo mis pinitos con la lengua durante el resto de la tarde. Me hace mucha ilusión darme cuenta que la gente me entiende (aunque mi vocabulario sea aun muy limitado) y se alegre por ello. Cuando ellos ven que tratas de hablar su lengua, eso marca una diferencia en su forma de percibirte, que se vuelve aun más abierta si cabe. De todas formas, creo que aunque no pudieran entenderte ni una palabra, ellos seguirían comportándose muy amablemente contigo, esta gente es de lo más afable, de verdad.


Aquí con un chaval que me estuvo explicando algunas cosillas del lugar


Uno que tiene toda la pinta de ser uno de lo clásicos del lugar


Oraciones al caer la noche

miércoles, 4 de febrero de 2009

Las castas

Cuando uno se sumerge en una cultura tan diferente como la india, se encuentra con elementos y características, algunas tan difíciles de entender y asimilar, como la manera en la que se encuentra ordenada su sociedad. Ésta clasifica sus miembros de acuerdo al sistema de castas (en sánscrito varna, que significa color), de origen religioso, totalmente apegado al hinduismo, y que aun hoy día se sigue manteniendo en vigor en todo el país, especialmente en zonas rurales.



Según las antiguas escrituras del hinduismo, todos los seres humanos surgieron a partir de diferentes partes del cuerpo del dios Brahma. Así, dependiendo de la porción de la que se engendraron, podemos distinguir cuatro grupos:
- Los brahmanes, salidos de la boca de Brahma.
- Los kshatriyas, que se formaron a partir de los brazos del dios.
- Los vaisyas, derivados de sus piernas.
- Los sudras, salidos de los pies.
Cada uno de estos grupos constituye una casta, la cual define el estatus social (basado en el concepto de pureza espiritual) de la persona, sus rituales religiosos y el tipo de trabajos que puede ejecutar. Así, los brahmanes son básicamente sacerdotes, mientras que los trabajos relacionados con el comercio y agricultura están reservados para los vaisyas. El escalón más bajo del sistema de castas pertenece a los sudras, los servidores, el grupo más numeroso de la población (un 40%). El pertenecer a una casta a otra también determina con quien se puede casar uno o con quien no, e incluso el tipo de dieta y alimentos que puede consumir.



También existe un subgrupo de población que no pertenece a ninguna casta. Son los llamados parias o intocables, salidos de nadie sabe donde, y que históricamente han sido discriminados, estando excluidos del sistema hasta después de la independencia.

Cabe señalar que el sistema de castas no se corresponde con la clase socio-económica. Así, por ejemplo, dentro de una misma casta se pueden encontrar desde empresarios millonarios hasta agricultores de lo más humilde. Incluso, un miembro del grupo de los intocables puede llegar a enriquecerse y ocupar posiciones de poder, mientras que un brahman puede permanecer pobre toda su vida.



Posiblemente os estéis preguntando que pasa si una persona decide pasar de todo este tema de las castas, y vivir a su libre albedrío. Por lo general, esto está muy mal visto, y conlleva el desprecio del resto de la sociedad, incluidos por supuesto los miembros de su misma casta. Además, según las Leyes de Manu (uno de los textos fundamentales en el hinduismo), salirse de la casta puede atentar contra el equilibrio universal y que es un verdadero sacrilegio el querer aspirar a pertenecer a otra diferente.

Bueno, espero haber podido describiros de la forma más clara posible, aunque sólo sea a grandes rasgos, una de las peculiaridades de la cultura india. Creo que a la hora de visitar otro país, hay que tener muy presente con que tipo de sociedad se va a relacionar, y que tipo de factores la condicionan, no solo que monumentos vamos a visitar o que platos probar. Y bueno, perdonad si os he soltado un rollazo, pero de vez en cuando, toca también algo de "ladrillo", que se le va a hacer.

domingo, 1 de febrero de 2009

La grabación

Como ya anuncié hace unos días, los del programa de Canal Sur "Andaluces por el mundo", se habían puesto en contacto conmigo para fijar un día en el que pudieran venir a grabarme y hablar un poco sobre que tal me va la vida por aquí y demás. Pues bien, ya está todo hecho y ya solo queda la edición, el montaje y a esperar a que el video salga en antena, hacia el mes de marzo según me dijeron.


Luís, el reportero (camara en mano), y Cesar, el cámara, en el momento en que entramos a gorronear en una boda.

El jueves pasado estuvieron grabando algunos momentos en una de mis clases, pero el grueso del programa se rodó el viernes. Fue un día bastante ajetreado, recorriendo la ciudad, desde Qtub Minar en el sur, hasta Chadni Chowk en Vieja Delhi. La verdad es que fue bastante agotador, y en la mayoría de ocasiones apenas me salían las palabras con la cámara delante, pero en definitiva lo pasamos bien y creo que el reportaje no ha salido mal. Hubo algunos momentos muy divertidos (como aquel grupo de escolares que no paraban de darnos la mano y preguntarnos el nombre, o el momento en el que cruzamos una calle a tope de tráfico), aunque no sé yo si saldrán todos, ya que tienen que sintetizar todo el rodaje en un fragmento de 8 minutos.


Un momento de la grabación en un autobús urbano

Pues nada, que para los que no pilláis el Canal Sur, deciros que no os preocupéis porque los videos se pueden ver directamente en la pagina web del programa (www.andalucesporelmundo.es)o también en youtube.

Desde aquí, simplemente agradecer una vez más al equipo del programa, y en especial a Luís y a Cesar, por hacerme pasar tan buen día y darme la oportunidad de acercar aun más si cabe mi vida en la India a mis seres queridos. Espero que os esté yendo bien en los días que aun os quedan por aquí. ¡Un saludo!