domingo, 8 de febrero de 2009

Una vuelta por Nizam-ud-Din

Una de las zonas más pintorescas, y a su vez menos conocida por los turistas que pasan por Delhi, es el área de Nizam-ud-din, barrio musulmán, cuyo origen se remonta a época medieval. Un laberinto de calles, en torno a la tumba de Muhammad Nizamuddin, escritor y maestro sufí del siglo XII considerado hombre santo entre los musulmanes, y en cuyo alrededor se siguen congregando hoy días cientos de fieles llegados de todas las regiones. Una zona con un encanto especial, donde las tumbas de mármol se funden con los puestos de comida callejeros, y en la que en ocasiones es complicado acertar donde hay que quitarse los zapatos y donde no, la algarabía del pueblo se mezcla con el lugar sagrado.







Tras atravesar un laberinto de callejuelas con puestos y personajes de lo más variopinto, se llega al núcleo principal del barrio, hacia el Dargah, conjunto formado por una mezquita y varias tumbas, que rodean al mausoleo principal, ante el cual la gente hace cola para depositar sus ofrendas en el interior. Mientras, en el exterior la multitud se concentra en sus oraciones, en ocasiones amenizadas por grupos de música religiosa.




Vista general del mausoleo y la mezquita



Como anécdota, decir que mientras andaba curioseando alrededor del mausoleo, un tipo se me acercó y, tras preguntarme quien era y porque estaba ahí, me propuso participar en un programa de televisión que estaban grabando para un canal de televisión (vaya rachita que llevo). Simplemente me limité a decir quien era, de donde venía y animar a la gente a visitar tan precioso lugar. La particularidad fue que las 4 primeras frases las solté en hindi, y el corrillo de curiosos se puso tan contento, que eso me dio confianza para seguir haciendo mis pinitos con la lengua durante el resto de la tarde. Me hace mucha ilusión darme cuenta que la gente me entiende (aunque mi vocabulario sea aun muy limitado) y se alegre por ello. Cuando ellos ven que tratas de hablar su lengua, eso marca una diferencia en su forma de percibirte, que se vuelve aun más abierta si cabe. De todas formas, creo que aunque no pudieran entenderte ni una palabra, ellos seguirían comportándose muy amablemente contigo, esta gente es de lo más afable, de verdad.


Aquí con un chaval que me estuvo explicando algunas cosillas del lugar


Uno que tiene toda la pinta de ser uno de lo clásicos del lugar


Oraciones al caer la noche

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