Al final he decidido colgar una entradita más antes de partir para Estambul. Mañana mismo se cumplen 6 meses desde que aterricé en Delhi, así que no podía pasar por alto este punto de inflexión, en el que me gustaría hacer un pequeño balance de esta primera mitad de mi etapa india. En líneas generales, de momento puedo valorar la experiencia como positiva y tengo que decir que está mereciendo la pena. Desde el primer momento, he sabido integrarme y encontrar mi sitio, y he ido sobrellevando bien el choque cultural. La gente se está portando conmigo de manera formidable, y sigo recibiendo muestras de afecto y hospitalidad. La comida la tolero como buenamente puedo (aunque no puedo negar que mi estómago ha pasado más de un mal rato), y el clima… bueno, del clima ya hablaré en otro momento, porque me da a mí que dentro de poco me tocará sufrir con el calor que nos viene encima.
El samosa, todo un clásico
Por otro lado sigue habiendo cosas que no creo que podría llegar a tolerar nunca, como son el delirante caos, el ruido y el tráfico que existe en esta ciudad, sumado a la terrible contaminación, que hacen de Delhi una ciudad poco habitable. Aparte, más de una vez he echado de menos la facilidad de encontrar sitios para salir y un grupo de gente habitual, dispuestos a echarse unas cervecitas, unos bailes o lo que sea. Gente no falta para quedar, que va, pero aquí, como ya he comentado en alguna que otra ocasión, hay otro rollo, y las costumbres son diferentes. En 6 meses, apenas he salido y la única juerga en mayúsculas que puedo contar fue la del día de Holi. De todas formas, no puedo decir que me esté aburriendo. El tiempo que no salgo lo dedico más a mí y a mis aficiones: leer más libros, ver más cine, tocar la guitarra, estudiar hindi y, últimamente, salir a correr. Toda esa energía y tiempo que antes vertía hacia fuera y los demás, ahora la concentro de puertas para adentro.
Rickshaw con los retrovisores estratégicamente colocados por dentro
Capítulo aparte merecen los viajes que llevo de momento, a cual más sensacional y lleno de impresiones. Experiencias a enmarcar que se quedan grabadas en mi memoria. Tengo sólo unos 30 días de vacaciones (más festivos), pero creo que por ahora los estoy invirtiendo bien. Y lo mejor de todo, es que aun me queda aproximadamente la mitad, y muchos sitios por visitar. Entre mis futuros planes, un recorrido por las faldas del Himalaya, la visita a Amritsar y (quien sabe) Cachemira, el valle del Ganges hasta llegar a Varanasi y, por supuesto, no me iré sin visitar Agra y su majestuoso Taj Mahal.
Aun queda mucha India por corretear
Y bueno, para terminar, quisiera hacer un repasito a esos objetivos que me propuse en su día antes de llegar, a ver que tal los llevo y que posibilidades tengo todavía de lograrlos:
- Aprender hindi: A día de hoy sigo en ello, y los avances empiezan a notarse poco a poco. Ya hay más de uno que ha empezado a darse cuenta que mi nivel va un poco más allá del “namasté” (hola) y el “dhainuavad” (gracias). Si me voy de aquí habiendo superado un nivel básico, me doy por satisfecho.
- Tocar el sitar: Lo más que he hecho en este sentido es ir a algún que otro concierto, pero aún no he dado con nadie que le dé al instrumento. Ni tan siquiera lo he visto de cerca. No lo veo muy alcanzable, la verdad, pero seguiré intentándolo, a ver si al menos saco un par de acordes.
- Practicar yoga (y meditación): Mi gran asignatura pendiente. Estuve intentando buscar un curso que se adecuara a mis horarios, pero nada. Aun así no desisto. En cuanto vuelva del viaje, haré lo posible por empezar.
- Montar en elefante: Se supone que tenía que haberlo hecho aquella vez que estuve en Jaipur, pero por motivos de horarios y organización, me quedé con las ganas. Ahora bien, he dado con un alumno que dice que tiene una granja llenita de paquidermos a las afueras, así que no creo que tarde en probar suerte.
- Aparecer como extra en una película de Bollywood: Cuando fui a Mumbai, fue casi expresamente por este motivo, pero en aquellas fechas los estudios estaban cerrados por vacaciones navideñas, así que me quedé con la miel en los labios. A día de hoy, sigo rastreando a ver si necesitan a alguien aquí en Delhi.
- Tener un mono como mascota: Este objetivo lo puse más bien de cachondeo. Las mínimas posibilidades que había de conseguirlo desaparecieron del todo en cuanto me dijeron que iba a tener que compartir mi habitación con otro profesor. Aparte, durante estos meses me he dado cuenta que no son nada dóciles, y que son más bien dados a las travesuras y despropósitos.
- Asistir como invitado a una boda hindú: Objetivo cumplido, y con creces. Después de la de Prachi y Jaime, todo un maratón, ya fue suficiente para conocer este ritual, aunque por lo visto, éste varía en función de la región. De todas maneras, me doy por satisfecho.
- Jugar al cricket: Ya jugué una pequeña pachanguilla el día que estuvimos de picnic en la casa de campo de mi jefa, pero aun quisiera jugar un partidito entero, a ser posible con Gaurang y su pandilla.
Qué grande es
Y nada, que tras este balance, me doy cuenta de que todavía quedan muchas cosas por las que merece la pena quedarse medio año más, y confío en que lo mejor aun está por venir. No creo que me entren ganas de volverme antes de tiempo, ni mucho menos, aunque sé que tras la semana en Turquía con Laura, se me va a ser un poco difícil recuperar el ritmo. Pero vamos, fijo que se me pasa pronto el bajoncillo y enseguida ya estoy otra vez haciendo el gamba por ahí.
Un saludo a todos aquellos que me habéis seguido durante estos 6 meses, y espero que sigáis disfrutando la lectura y que ésta os sea útil en vuestros futuros viajes. ¡Hasta la vuelta!
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3 comentarios:
Sigue así Pakoncillo, me gusta mucho que de todo saques el lado positivo y sigas pá delante.
Mucha suerte en Turquía!
¡Campeón! ¿Qué tal te ha ido por Turquía? Espero que guay.
Llevaba tiempo sin leerte, pero me alegra ver que sigues igual de positivo.
Para el viaje a Amritsar y/o Cachemira, cuenta conmigo :) Llego a Delhi el 15 de junio, ¡ya en breve! Eso, si por fin me voy a hacer el visado un día de estos... Tras la India, me esperan Georgia y Armenia en la segunda parte de mis vacaciones ;)
Un abrazote desde Varsovia.
Muy guapo el plan, Alfonso. Enseguida te escribo un email sobre lo de Cachemira. Estambul ha estado genial, en la última entrada hay un enlace con algunas fotos.
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