domingo, 25 de enero de 2009

Explorando Chandni Chowk



No sé si lo habré dicho ya antes o no, pero una de las cosas que más me llaman la atención de esta ciudad es el enorme contraste que existe entre el sur, Nueva Delhi, la zona donde vivo, y el norte de la ciudad, Vieja Delhi. Sólo había estado en esta parte al inicio de mi experiencia en la India, hace 3 meses, cuando estuve visitando la Gran Mezquita, de una forma bastante fugaz. Así que el pasado viernes decidí explorar un poco más a fondo esta área, plantándome en plena Chandni Chowk, la principal arteria comercial de la Delhi antigua, donde se concentran la mayor parte de las tiendas, de todo tipo y condición. Un hervidero de coches, rickshaws, carretillas, vacas, y multitud de transeuntes yendo de un lado para otro. Una atmósfera que puede llegar a ser agobiante, pero donde de verdad se capta la esencia de la India auténtica y genuina.
Fue un día bastante completo y en el que hice varias cosas por primera vez, como la visita a templos de 3 religiones diferentes (batí el record de descalzarme en un mismo día), y mi primer viaje en metro, el cual sólo funciona en la parte norte y este de la ciudad.


Aquí en uno de los vagones con Hemindra y Ditsha, mis dos acompañantes ese día.




¿Os he dicho ya alguna vez que me encanta este país? :)

En tan popular calle existen varios lugares de culto, dignos de visitar. El primero al que accedimos fue al Gurudwara Sis Ganj, principal lugar de culto de los sijs, una de las minorías religiosas de la India, de la que me gustaría tratar más a fondo en alguna otra futura entrada. El complejo está muy bien organizado y, además del templo en sí, cuenta con un enorme comedor, una biblioteca, museo, y un aparcamiento. Al entrar, además de descalzarse, hay que cubrirse la cabeza. El interior es precioso (no están permitidas las fotos, como en la mayoría de templos en la India).


Aquí una vista del exterior, donde destacan sus cúpulas doradas.

Un poco más adelante, en dirección opuesta al Fuerte Rojo, se llega al ayuntamiento de la ciudad, donde solamente me llamó la atención la cantidad de palomas que se congregaban en sus jardines, alimentadas a toneladas de pienso. Por lo que me dijo Hemindra, se ve que aquí se consideran sagradas. A las espaldas del edificio, se encuentra el parque Mahatma Gandhi, al que nos quedamos con las ganas de entrar porque estaba cerrado.




Vista del parque de Gandhi. Me tuve que conformar con esta foto tomada desde la verja, que se la va a hacer.

Ya al final de Chadni Chowk, se halla Fathepuri Masjid, una mezquita muy antigua del siglo XVIII, de época mogol. Merece la pena pasar un rato en su interior. Aquella no sería la última vez que me descalzase ese día. Aún me quedaba la visita a otro templo, el Jain Digambara, esta vez de la religión jainista, otra minoría a la que también me encantaría dedicar una entrada aparte, y que tiene entre sus principios proteger a todo ser vivo. De hecho, en este mismo templo se puede visitar un hospital para pájaros. En el interior, unas 4000 aves aproximadamente, palomas, loros, periquitos, gorriones, etc, con diversas enfermedades o víctimas de accidentes aéreos y mordeduras de otros animales. Subiendo por las escaleras se llega a un despachito, donde un simpático doctor os explicará todo lo que le preguntéis con detalle.


Vista del interior del patio de Fatehpuri


Templo jainista

Para terminar, una recomendación para los más golosos: Ghantewala, la tienda de dulces con más historia de la ciudad. Su gama de especialidades es de lo más variada, y aparte de dulces, podéis adquirir diversos frutos secos. A unos pasos del templo sij. No podéis pasarla por alto.

3 comentarios:

Odara dijo...

¡Paquiño! Que te tengo abandonao últimamente... Llevaba sin pasarme por aquí por lo menos desde navidades. Pero veo que sigues vivo y, lo que no es menos importante, bien. ¡Me alegro! La verdad es que envidio tu experiencia de la India, nada que ver con la mía. Casi me entran ganas de volver por esos lares, a ver si cambia la impresión...

Chandni Chowk fue, después de Jama Masjid, la primera visita que hicimos en Delhi (y, por lo tanto, en todo el país). Claro, a ti, ya acostumbrado a lo que significa la India, no te habrá causado tanta impresión como a nosotros, pero yo lo recuerdo como un sitio interesantísimo. Bastaba meterse por los laberínticos callejones laterales (no sin un poco de miedo... sobre todo, de perdernos) para alejarse de los turistas que visitan la mezquita y la calle principal del mercado. Recuerdo también la primera impresión de las calles, el pavimento, la suciedad, las tiendas abiertas a la calle a todo lo ancho de la fachada, las miradas largas, intensas y directas, las sonrisas espontáneas, la paleta de matices oscuros de piel, la variedad de atuendos...

Pues nada, que espero que te siga yendo de maravilla por ahí.

Un abrazo desde Varsovia, rondando los -12ºC! No echarás de menos eso, ¿verdad? ;)

debajo dijo...

jó que envidia me das a veces más que nada por el frio que hace en nuestra querida Europa que no puedes salir ni a la calle.
Besos!

Pakonas dijo...

Ese Alfonso! me alegro leerte de nuevo por aquí. Quizás sea eso, puede ser que todo este tiempo que ya llevo aquí, haya conseguido que todo este barullo apenas me afecte, e incluso haya acabado encontrándole su encanto.

Por cierto, voy a volver a devorarme tu blog..tengo un viajecito pendiente a Rajasthan a final de febrero, y seguro que me viene de perlas ;)

Si, si, Inga, mucho frio, mucho frio..ya os contaré cuando llegué aquí el monzón y el verano...

Saludos a los dos!!