miércoles, 28 de enero de 2009

Día de picnic

El pasado lunes 26 de Enero se celebró en la India, el día de la República, que conmemora la fecha en la que se aprobó la constitución del país, en 1950, tres años después de su independencia. Este día es fiesta nacional, e incluye siempre un desfile como ceremonia principal, donde se muestra el poderío militar, con camellos y elefantes marcando el paso, intercalados entre misiles nucleares y otros despropositos armamentísticos.

En mi instituto aprovechamos el día libre para irnos gran parte del personal a la casa de campo de Laura, donde también celebramos el cumpleaños de Agustín, su marido y también colega. Muchas gracias a los dos, una vez más, por la invitación. El sitio estaba bastante chulo, en plena naturaleza, alejado de toda polución, donde se notaban muy buenas vibraciones. Fue un día de campo fenomenal, hizo un tiempo genial (yo me pasé todo el tiempo en manga corta… empieza a notarse la primavera ya), y lo pasamos bastante bien.


Panorámica general de parte de los asistentes, nos juntamos un buen grupo entre compañeros de trabajo, familiares, amigos y otros allegados.


Nareender y Tanush, dos compañeros del centro, en plena recolección

Unos se decantaron por coger verdura de la huerta, otros se fueron a emular a las cabras montesas escalando riscos, y a algunos les dio por el cricket, como a mí. Fue mi primera pachanga oficial. La verdad es que no me enteré de todas las reglas al completo, pero si que pillé lo principal. Básicamente, hay una persona que lanza la pelota a un bateador, el cual tiene que intentar darle y lanzarla lo más lejos posible, para que sus compañeros puedan correr de base en base. Si alguien del equipo contrario coge la pelota al vuelo, el bateador queda eliminado. Más o menos como el béisbol, vamos. Fue una experiencia interesante, y no dudo en repetir, pero la verdad es que hubiera preferido un par de porterías y un baloncito de fútbol rulando por allí.


Creo recordar que ahí si que le dí :)

Al caer la tarde, nos dimos un paseito hasta llegar a un ashram, que es una especie de monasterio en el que se imparten talleres y cursos de yoga y meditación, y es el lugar en el que los peregrinos hinduistas se dejan caer. Aunque es un lugar de culto hinduista, está abierto a todo tipo de personas, sin importar la religión. Allí, una de las cosas que más nos impactó fue el baniano que había en el patio principal.

Un baniano es un árbol, que los hindúes consideran sagrado, y es bastante habitual encontrarlos cerca de los templos. Este árbol tiene como particularidad la forma en la que sus raíces llegan al suelo, haciéndolo desde las ramas hacia abajo. Así, este árbol está continuamente extendiéndose, pudiéndose formar verdaderos bosques a partir de un solo ejemplar.


Eso que veis que parecen otros árboles, son las raices que se precipitan hacia el suelo, desde las ramas del árbol principal.

En fin, que agradecí bastante la salida, vaya que sí. Ojala tuviéramos más días así, al aire libre y desconectados de toda esta amalgama de ruido, caos y contaminación que es Delhi. Es lo que peor llevo, aunque bueno, la verdad es que como apenas salgo más allá de Hauz Khas, mi barrio, pues casi no me afecta.

domingo, 25 de enero de 2009

Explorando Chandni Chowk



No sé si lo habré dicho ya antes o no, pero una de las cosas que más me llaman la atención de esta ciudad es el enorme contraste que existe entre el sur, Nueva Delhi, la zona donde vivo, y el norte de la ciudad, Vieja Delhi. Sólo había estado en esta parte al inicio de mi experiencia en la India, hace 3 meses, cuando estuve visitando la Gran Mezquita, de una forma bastante fugaz. Así que el pasado viernes decidí explorar un poco más a fondo esta área, plantándome en plena Chandni Chowk, la principal arteria comercial de la Delhi antigua, donde se concentran la mayor parte de las tiendas, de todo tipo y condición. Un hervidero de coches, rickshaws, carretillas, vacas, y multitud de transeuntes yendo de un lado para otro. Una atmósfera que puede llegar a ser agobiante, pero donde de verdad se capta la esencia de la India auténtica y genuina.
Fue un día bastante completo y en el que hice varias cosas por primera vez, como la visita a templos de 3 religiones diferentes (batí el record de descalzarme en un mismo día), y mi primer viaje en metro, el cual sólo funciona en la parte norte y este de la ciudad.


Aquí en uno de los vagones con Hemindra y Ditsha, mis dos acompañantes ese día.




¿Os he dicho ya alguna vez que me encanta este país? :)

En tan popular calle existen varios lugares de culto, dignos de visitar. El primero al que accedimos fue al Gurudwara Sis Ganj, principal lugar de culto de los sijs, una de las minorías religiosas de la India, de la que me gustaría tratar más a fondo en alguna otra futura entrada. El complejo está muy bien organizado y, además del templo en sí, cuenta con un enorme comedor, una biblioteca, museo, y un aparcamiento. Al entrar, además de descalzarse, hay que cubrirse la cabeza. El interior es precioso (no están permitidas las fotos, como en la mayoría de templos en la India).


Aquí una vista del exterior, donde destacan sus cúpulas doradas.

Un poco más adelante, en dirección opuesta al Fuerte Rojo, se llega al ayuntamiento de la ciudad, donde solamente me llamó la atención la cantidad de palomas que se congregaban en sus jardines, alimentadas a toneladas de pienso. Por lo que me dijo Hemindra, se ve que aquí se consideran sagradas. A las espaldas del edificio, se encuentra el parque Mahatma Gandhi, al que nos quedamos con las ganas de entrar porque estaba cerrado.




Vista del parque de Gandhi. Me tuve que conformar con esta foto tomada desde la verja, que se la va a hacer.

Ya al final de Chadni Chowk, se halla Fathepuri Masjid, una mezquita muy antigua del siglo XVIII, de época mogol. Merece la pena pasar un rato en su interior. Aquella no sería la última vez que me descalzase ese día. Aún me quedaba la visita a otro templo, el Jain Digambara, esta vez de la religión jainista, otra minoría a la que también me encantaría dedicar una entrada aparte, y que tiene entre sus principios proteger a todo ser vivo. De hecho, en este mismo templo se puede visitar un hospital para pájaros. En el interior, unas 4000 aves aproximadamente, palomas, loros, periquitos, gorriones, etc, con diversas enfermedades o víctimas de accidentes aéreos y mordeduras de otros animales. Subiendo por las escaleras se llega a un despachito, donde un simpático doctor os explicará todo lo que le preguntéis con detalle.


Vista del interior del patio de Fatehpuri


Templo jainista

Para terminar, una recomendación para los más golosos: Ghantewala, la tienda de dulces con más historia de la ciudad. Su gama de especialidades es de lo más variada, y aparte de dulces, podéis adquirir diversos frutos secos. A unos pasos del templo sij. No podéis pasarla por alto.

jueves, 22 de enero de 2009

Más vale tarde que nunca

Un par de cosas a destacar en esta semana. La primera es la recepción de manera totalmente inesperada de este paquete, el cual se supone que tenía que recibir antes de navidades...



Menuda sorpresa, cuando llegué a la oficina y lo encontré ahí, después de tantos trotes. A saber por cuantos sitios habrá pasado desde que salió de Córdoba, allá por finales de noviembre de 2008. En el interior, una formidable cesta de navidad, con delicias tales como jamón serrano, lomo ibérico, diversos turrones y dulces navideños, etc., que mis queridos padres tuvieron el detallazo de enviarme Todo ha llegado a salvo e intacto, salvo los quesos, que he tenido que tirar por llegar en estado semilíquido y organismos pluricelulares hasta ahora desconocidos, y una ristra de chorizo a la que le habían dado un bocado (?). El resto de cosas, ya llevo tres días disfrutándolas. Así que, simplemente deciros…



.. por todo esto, y por estar ahí pendientes de lo que me va ocurriendo de aquí para allá. Descuidad que pronto sentaré la cabeza :)

La segunda noticia es que, salvo cambios de ultima hora, el próximo viernes van a venir los del programa de Canal Sur, “Andaluces por el mundo”, a hacerme un reportaje, contando mis penas y alegrías en la India. Estad atentos, ya os iré informando de cuando sale, pero creo que, de todas formas, los videos los irán colgando en el youtube, y de ahí al blog.

domingo, 18 de enero de 2009

Un paseo por Lodhi Gardens

Durante este último fin de semana se ha celebrado en Delhi, la quinta edición del festival de cine tri-continental, organizado por la asociación pro-derechos humanos Breakthrough, en el que se han proyectado documentales sobre temas tales como inmigración, desarrollo sostenible, efectos de la guerra, etc. La pena es que sólo pude ir un día, el viernes, el único en el que libro. Ese día aproveché y me pasé la jornada viendo películas a saco, una detrás de otra, desde la mañana hasta la noche. Aquí os dejo la web del festival, para que le echéis un ojo al cartel.
www.triconfilm.com
A mí, todas las que vi me parecieron muy interesantes, aunque quizás destacaría la de Tambogrande, tal vez por ser la más optimista y esperanzadora.

Entre la sesión matinal y la de la tarde, me dí una vuelta por los alrededores hasta llegar a Lodhi Gardens (los jardines de Lodhi,), un enorme parque establecido en período mogol, entre el siglo XV y XVI, en la época en la que gobernaba la dinastía que le da nombre.





El lugar está lleno de encanto y es todo un remanso de tranquilidad en mitad del barullo y el caos de la ciudad. Un magnifico pulmón verde, ideal para hacer footing, yoga, dar un paseo o venirse con la parienta a darse el lotazo. Había bastantes parejitas dispersas por el recinto e incluso algunas de ellas hasta se besaban (incluso me pareció ver hasta un morreo…el primero en 3 meses que llevo aquí). Se respiraba amor y paz allí, la verdad.





Aparte de jardines, setos, pistas para correr, bancos, variada vegetación y pájarillos, a cual más extraño, en este parque destaca la presencia de algunas tumbas, herencia de los mogoles, como la Bara Gumbad, y la Shish Gumbad, situadas una enfrente de la otra.





En fin, un gran descubrimiento lo de estos jardines, a los que no dudo en volver más de vez en cuando, aunque solo sea de paso, ahora que la llegada de la primavera empieza a notarse (un saludo especial para mis amigos lituanos y lituanizados, y sus -5 grados).

jueves, 15 de enero de 2009

Festival de Lohri

El pasado martes 13 se celebró la festividad de Lohri, muy popular sobre todo en el norte de la India, y que marca el momento en el que el invierno empieza a acabarse, y los días se van haciendo cada vez más largos. Es una fiesta relacionada con la cosecha del trigo, y que suele estar amenizada por alegres danzas y canciones en torno a una hoguera en honor a Agni, dios del fuego. Para las familias en las que se ha celebrado recientemente una boda o ha nacido un niño, esta fiesta tiene un significado muy especial.

En honor de dicha celebración, tuvo lugar un concierto en el que participó un grupo formado casi enteramente por chicas, que hicieron las delicias del público con su simpatía y ritmo, al son de los más variados instrumentos. A continuación, el recital de un cantante sij, que la verdad se me hizo algo pesadito.









En este festival es muy típico el repartir comida a amigos y familiares, y también se distribuye el prasad, una ofrenda compuesta de palomitas de maíz, cacahuetes y rewri (una especie de galleta dulce y crujiente), que luego se arroja al fuego. Al final de la noche, las parejas de recién casados otorgan sus ofrendas al fuego y caminan alrededor de la hoguera pidiendo prosperidad, salud y fertilidad.



Pregunté que si arrojaba yo también palomitas al fuego me iban a pagar lo que me deben de las traducciones, pero eso creo que depende de Lakshmi, otra diosa, así que opté por comermelas, al igual que las deudas.

Para más información sobre Lohri:
http://www.lohrifestival.org

domingo, 11 de enero de 2009

Hampi, descubriendo lo sublime

Me va a ser difícil olvidar la cantidad de maravillas y buenos momentos que pasé en Hampi, localidad del estado de Karnataka. Una verdadera gozada. En un área de 25 kilómetros cuadrados, declarada Patrimonio de la Humanidad, pueden encontrarse alrededor de 500 templos y otros monumentos y rincones dignos de visitar. Un sensacional museo al abierto rodeado de paisajes increíbles, que no podéis dejar atrás si visitáis el sur de la India. Para llegar, la mejor opción es el autobús o coche, aunque también podéis coger un tren hasta Hospet, a 8 kilómetros y luego pillar un autorickshaw.


Hampi Bazaar, la calle principal del pueblo. Al fondo, la torre principal del templo Virupaksha, el más importante de la ciudad.





Nada más llegar a la ciudad, me fui directo a la hermosa torre, visible desde cualquier punto, pasando la cual se accede al patio principal del templo Virupaksha, dedicado a Shiva, que lleva funcionando ininterrumpidamente desde el siglo 7 A.C, lo que lo convierte en el templo más antiguo en funcionamiento de todo el país.


Patio interior


Elefante sagrado


Vista general del templo

Antes de caer la tarde, aún tuve tiempo de dirigirme hacia la colina Matanga, justo al final de Hampi Bazaar, a cuyos pies se erigen varias estructuras, entre ellas el Nandi, toro monolítico, principal vehículo de Shiva. Desde un poco más arriba, subiendo los escalones, se divisan unas vistas fantásticas del pueblo y alrededores. Una lastima que conforme iba subiendo se me iba haciendo cada vez más oscuro.




El Nandi


Última vista del día

A la mañana siguiente, salí temprano dispuesto a seguir recorriendo las maravillas que aún me aguardaban. En primer lugar, hice un alto en las orillas del rio Tungabhadra, donde los peregrinos realizan su baño sagrado, y lavan sus vestimentas.




El paisaje es simplemente impresionante.



Subiendo por la carretera en dirección a Hospet, después de la estación de autobuses, se accede a diversos monumentos, todo dentro del conjunto conocido como Centro Sagrado. Por ejemplo, el templo de Krishna, con sus hermosos relieves, y el santuario dedicado al dios Ganesha, el de la cabeza de elefante, portador de fortuna.


Interior del templo de Krishna





Algunos relieves, el del elefante me encanta.


Haciendo amigos. Una constante que se iría repitiendo durante todo el día: grupos de escolares procedentes de otras localidades vecinas, de excursión por los templos, a los que les hacía mucha ilusión que les sacase una foto. La verdad es que fue divertidísimo. No veas la euforia que se desataba en cuanto les enseñaba sus imágenes inmortalizadas en formato digital :)


Santuario de Ganesha

Siguiendo por la misma carretera se llega hasta el Centro Real, la segunda gran área importante por el número de monumentos. Por el camino, hice un alto en el santuario de Narasimha, dios león, cuarta reencarnación de Vishnu, la estatua más grande y la que más impresiona en Hampi.






¿Gandhi vive?

Más adelante, estuve visitando el templo de Hazara Rama, donde se pueden admirar unos bellos relieves y esculturas que representan el Ramayana, una de las obras épicas más importantes en la literatura hindú. Esto fue lo último que pude visitar en esta zona, se me quedaron muchos lugares en el tintero, pero eran ya casi las 3 de la tarde y había quedado con unos amigos muy especiales…






Un alto en el camino para disfrutar de algo muy típico en esta zona: el agua de coco, deliciosa y muy saludable.

Como decía, a las 3 tenía pendiente una actividad, la cual me satisfizo bastante y me dejo con las ganas de quedarme al menos un día más. Resulta que estuve de picnic con un grupo de voluntarios de una asociación , Hampi Children´s Trust, que trabaja con niños procedentes de familias desfavorecidas, ofreciéndoles educación y actividades lúdicas, de forma totalmente altruista. Dicha asociación cuenta con un centro, Harmony House (lugar donde me alojé la noche que pasé en Hampi) por donde pasan voluntarios de todo el mundo. Yo os recomiendo encarecidamente que paséis una temporada en este lugar, es una experiencia preciosa y los niños lo necesitan realmente. La pagina web de la asociación (www.hampichildrenstrust.org) no se me abre, parece estar descolgada, pero si os interesa, tenéis la opción de contactar con Kali, uno de los monitores y confundidores del centro: kalidashampi@yahoo.com
¡Dadle recuerdos de mi parte!


Una de las niñas enseñando los números a sus compañeras


Ojalá todas las pistolas fueran de agua.



Más información sobre Hampi en esta completa página, la cual ofrece también consejos generales para moverse por la India:
www.hampi.in